A menudo, durante el proceso de moldeo por inyección se produce aire o gases que no deben quedar atrapados en la cavidad bajo ningún concepto. De lo contrario, se crean poros perjudiciales para la pieza moldeada. Para evitar déficits de calidad en la pieza de plástico, el exceso de aire debe salir del sistema cerrado.
La ventilación suficiente siempre se ha considerado una de las tareas más exigentes en el moldeo por inyección de plásticos. Tradicionalmente, este requisito se ha cumplido, por ejemplo, con superficies rectificadas en el perno expulsor. Con ello se consiguen sin duda resultados satisfactorios en cuanto a la ventilación, pero hay que aceptar otros riesgos, como la formación de rebabas o un peor comportamiento de guiado y, por tanto, un desgaste considerablemente mayor.